“Sos mi vida” llegó a su fin y se convirtió en la ficción mas vista del 2006.

“SOS MI VIDA”

la comedia romántica más exitosa del año, protagonizada por Facundo Arana y Natalia Oreiro.

En el día de ayer finalizó “SOS MI VIDA”, la exitosa comedia producida por POL-KA para Canal Trece. En su última emisión midió 27,7 puntos de rating, con un pico de 28.4, según datos suministrados por la medidora IBOPE, convirtiéndose en lo más visto del día.

SOS MI VIDA, LA FICCIÓN MAS VISTA DEL 2006 Comenzó el 16 de enero de 2006 por la pantalla de Canal Trece. A lo largo de 229 emisiones alcanzó un promedio general de 26,9 puntos de rating (según datos suministrados por la medidora Ibope), hecho que la llevó a ser la ficción más vista del 2006. “Sos mi vida” fue, también, la comedia elegida por el público. En el competitivo horario del prime time, se erigió como la propuesta favorita, superando varias veces los 30 puntos de rating promedio. Además de los clásicos condimentos de la comedia, “Sos mi vida” tuvo otros agregados atractivos: las comprometidas peleas de boxeo de “La Monita”, incluso con profesionales (como “La Tigresa” Acuña); el vértigo de las carreras de automovilismo de Martín Quesada; las escenas de “alto vuelo”, donde el propio Facundo Arana tomaba los mandos del avión; momentos imperdibles, como el viaje a Alemania con “La Monita” y Martín presenciando el partido que la selección argentina le ganó a Serbia y Montenegro por 6 a 0 (con estas escenas mundialistas alcanzaron un pico de 37,2 puntos de rating); el increíble strip tease de “La Monita”; el sensual tango que bailó ella junto con Martín; las participaciones especiales de Leticia Brédice, Gustavo Bermúdez, Eugenia Tobal, entre otros, y las visitas de estrellas internacionales de la canción, como Ricky Martin, Chayanne y Julieta Venegas. SINTESIS DEL ULTIMO CAPITULO ”Desde el primer día supe que te amaba (...)”. Primeras palabras de la cortina musical de “Sos mi vida”, que sintetizan con precisión la historia de amor contada en esta exitosa trama. El romance entre Martín Quesada (Facundo Arana) y “La Monita” Muñoz (Natalia Oreiro) – la tónica dominante del programa – tuvo de todo: en un comienzo, totalmente impensado para ambos; luego algo contrariado, lleno de disparatadas idas y vueltas, de fugaces encuentros y amargos desengaños; hasta llegar a su feliz concreción. En la última emisión del ciclo todo sale “ a pedir de boca”: “La Monita” da a luz a una preciosa beba, cumpliéndose así “la predicción” de Martín. El nombre elegido por la mamá es “Isabel”, en honor a su madre fallecida (como dato de color, cabe aclarar que la criatura en cuestión no es otra que la sobrina real de Natalia Oreiro, quien con apenas 25 días, hizo su debut en la pantalla chica junto con su orgullosa tía). Por su parte, “Constanza” (Carla Peterson) – embarazada de “Quique” Ferreti (Carlos Belloso) - tiene el parto en el mismo momento, naciendo un varón al que llamaron, por razones más que elocuentes, “Martín”.

Elipsis en el tiempo mediante, vemos a los hijos de ambas parejas – ya bastante creciditos – haciéndose arrumacos en un sillón. Destino imprevisible si lo hay, que termina generando un lazo de unión entre “Los Quesada” y “Los Ferreti”, que supieron de rispideces durante toda la novela. La escena final encuentra a Martín y “La Monita”, ya más maduros, recordando las proezas pugilísticas de ella. Y el epílogo que cierra el círculo de esta historia de amor son sólo tres simples palabras – pero con una enorme carga emotiva - que escapan de la boca de uno y de otro: “Sos mi vida”. La tira, además, permitió que las historias de los demás personajes también tuvieran un final feliz: “La Turca” (Mónica Ayos) y “José” (Elías Viñoles) se reencuentran para no volverse a separar más. De hecho, se proponen casamiento mutuamente. Por su parte, Mercedes (Claudia Fontán) se da cuenta que su verdadero amor es Alfredo (Alejandro Awada) y no Miguel (Marcelo Mazzarello) quien, recién salido de la cárcel, se desayuna con la noticia. La prisión parece que será, durante varios años, el hogar de “Falucho” (Pablo Cedrón), el abogado corrupto pero algo ingenuo, quien es abandonado allí por su compañero de ruta. Y la querible Debi (Griselda Siciliani) también lleva en su seno una criatura, aunque su enorme inocencia le impida saber cómo y por qué.