jueves, 22 de mayo de 2008

LA PESADILLA DE DOLORES

La modelo, quien se encontraba sentenciada junto a otras tres parejas a dejar el certamen, fue eliminada por el sistema de voto telefónico. Dejando de lado quien baila bien o mal, recordemos que el fin es el show.

Parece que su representante y amigo, no entendió o no se banco que esto sea así. Luego de que dos parejas habían sido “salvadas” por el jurado, y tras el llamado de la modelo Carolina “Pampita” Ardohain, Pancho Dotto se fue de la fiesta de Susana Giménez para asistir a Show Mach. El representante se despacho contra el programa y el mismo Marcelo Tinelli, aún cuando no se conocía el resultado del voto telefónico. Pancho Dotto se dirigió al sistema de votación como fraudulento, haciendo referencia a los 13 años de trayectoria de Dolores Barreiro, y contraponiéndolos a los pocos meses de exposición mediática que tiene Marianela Mirra. Dotto hizo referencia, de manera indirecta, a un hecho sucedido en un certamen anterior en el cual también se cuestiono el sistema de voto telefónico. Este fue el momento en el que el rostro de Marcelo Tinelli se transformo y se le borró la sonrisa que mantenía desde el comienzo de la temporada.

Recordemos que Show Mach es justamente eso, UN SHOW. Por lo tanto el jurado y los que votan, ya sea la gente que mira el programa o los que manejan un telecentro, van a hacer todo lo posible para que este SHOW siga teniendo sus “payasos”. Y de las cuatro famosas sentenciadas, Dolores era la que menos le aportaba al show, seguida por Verónica Varano.

No se discute la trayectoria impecable de la modelo Dolores Barreiro, pero hay que tener en cuenta que el público que consume Show Mach tiene el mismo “target” de los que miraban Gran Hermano. Por eso es lógico que ante una votación telefónica gane la popularidad momentánea ante la trayectoria.

Lo dijo bien claro Pancho Dotto en una de las frases enunciadas esa noche: “si el país está contento, es preferible que este contento el país y no Dolores y yo”. De todas formas, a pesar de las indirectas denuncias de fraude de Dotto, el enojo de Marcelo Tinelli y los gritos de Moria Casan, la que peor la paso fue Dolores, ya que su propio manager convirtió lo que se suponía era un sueño en una pesadilla.

NOTA: Pablo Scarano

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