Canta, baila y deslumbra en esta nueva temporada, con un cuerpo perfecto y fuera de los escándalos mediáticos.
Luego de brillar en Incomparable, hoy Celina Rucci siendo la primera vedette, seduce y sorprende en Deslumbrante, espectáculo que encabeza Miguel Ángel Cherutti, en el Teatro Neptuno de Mar del Plata, junto a Georgina Barbarossa, que regresa el género, después de veinticinco años, también integra el elenco el sorprendente Diego Reinhold, Rodrigo Rodríguez, Dallys Ferreira y Vanina Escudero.
Una obra que hace honor a su nombre, con un vestuario en tonos predominantes blanco y negro en las damas y negro y verde en los caballeros, una actuación imponente, en la que Celina demostró su presencia.
Ella nos cuenta cómo se siente con Deslumbrante, que la encuentra en varias facetas, este año es muy importante para mí, porque estoy empezando a sentir y entender la frase ¨que un artista crezca en el escenario¨, hablo de evolucionar y madurar, yo creo que del año pasado a hoy di un paso muy importante, me he preparado mucho y el reconocimiento se ve a la hora de los aplausos del público. Es maravilloso el grupo humano que se formé con mis compañeros, es increíble que arriba y abajo del escenario se siente de la misma manera.
Celina este año dentro de la obra, muestra el don que posee como cantante, que a más de uno deja sin aliento, por el nivel de profesionalismo que demuestra a la hora de hacer algo a lo que no está acostumbrada, me preparé durante todo el año con clases de canto, interpreto un tango junto a Miguel, es algo fuerte, pero la gente lo aceptó de primera instancia con una ovación increíble, para mí es muy importante, porque se sabe que no soy cantante, ni lo quiero ser y se ve el esfuerzo que hice y que hago para llevarlo adelante.
A Rucci este año se la ve fuera de los escándalos mediáticos, esta temporada hubo un intento de alguien, de comenzar una pelea con ella, pero nos cuenta lo que piensa, yo decido con quien juego y como lo hago, porque sé que es un show y sobre todo si la situación me afecta y cuanto,, por ende yo no tengo que pelearme para demostrar lo que hago en el teatro o el sacrificio que pongo al trabajar y realmente cosecho los halagos que tengo, yo no necesito peleas para que se hable de mí.
Evidentemente Celina es una profesional con mayúscula que mantiene una coherencia entre su actitud y aptitud, que le permite simplemente brillar, sin tener que demostrarlo.
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NOTA y FOTOS: MARCELO REBOSSIO
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